mesa nº5, de ese bar del barrio de Alfama…
con el que siempre habíamos soñado, al que nunca fuimos y, que ni siquiera conocíamos…
Habían pasado una comida, un café, y cientos de miradas que encontraban en tu ausencia la excusa perfecta para compadecerse de mí….
No habías venido, lo supe mientras en los adoquines de esa interminable pendiente, resbaladiza aún por las gotas recién caídas, se reflejaban los radios de esa bici que compartimos durante días,…
pero debía ir, tendría tu compañía… de tanto pensar en ti había conseguido poder imaginarte allí mismo, frente a mí, con tus calcetines altos, tu sonrisa incipiente y tu mirada,…. la que comenzaba todo de nuevo….pensar en ti
